martes, 13 de mayo de 2008

No nos va a dar tiempo de tener hambre

Marité Valenzuela H
8.04.08
¡¡Ahora resulta que hasta la comida y el agua son un lujo!! Se puede conservar la vida durante unas semanas sin comer, sin agua a uno se lo lleva “la pelona” en muy pocos días y sin aire uno dura poquitico. Si no nos ahogamos con el aire contaminado, nos moriremos de sed por contaminar y mal-manejar ese don de la Naturaleza que es el agua sagrada de este país. ¡¡No tenemos petróleo pero tenemos agua!!, podríamos cambiar agua por petróleo y ¡que nos den vuelto!, pero no, resulta que mas bien malbaratan, mal venden y ensucian el tesoro acuífero. La única ventaja de esto es que la sed va a solucionar el problema del hambre.

Tal vez, pienso, sería más práctico, rápido y menos doloroso organizar un suicidio colectivo al estilo de aquel famoso de Guyana. Si se les ocurriera ésto a los responsables (sean quienes sean) de las decisiones técnicas y políticas que han llevado al país, y al mundo a esta tétrica realidad, con la evidente intención de que nos muramos, a través de los medios de comunicación y la propaganda nos convencerían-hipnotizarían de la bendición de tomarnos un veneno negro o transparente con el cuento de que ganaríamos alguna oferta de un carrazo: los medios saben sesgar sus informaciones y noticias, convencen a una enorme multitud de personas de que lo que se dice en ellos es “Santa Palabra”. La propaganda comercial o política es un arte de convencer con todo tipo de técnicas psicológicas iguales o muy similares a las usadas por las numerosas sectas cristianas, musulmanas, Hare Krishnas, moonies, chamánicas rusas, etc, técnicas de control mental que hacen que la persona se anule, se borre a sí misma y se comporte y piense fanáticamente como la secta de turno le ordena.

Estas técnicas empezaron en China hace muchos años, con interrogatorios a prisioneros a los que se les hacía un tipo de lavado de cerebro. Los medios pueden manipular las mentes adrede. Tal vez la Ministra de Seguridad tenga razón hasta cierto punto en lo que dijo de que la percepción de la delincuencia era mayor de lo que es en realidad, ella no negó que hubiera delincuencia. A través de tanta propaganda amarillista de accidentes y actos delictivos se magnifican estos hechos y además se promociona la adicción a la violencia, la tal violencia es otro tipo de droga y como todas crea adicción, y entonces claro que va a crecer mas y mas, pero siempre será una percepción exagerada la que tengamos si estamos temblando y temblando por la bala perdida, o dirigida, que nos puede destrozar en cualquier momento, como le pasó a esa chiquita mártir y heroína Gracielita Tioli en Cristo Rey. Se mantiene así a la población en estado de “shock”, tal como lo explica la canadiense Naomi Klein.

Siempre el miedo a algo. Una prostituta tiene que tener un chulo si quiere estar protegida, lo acepta porque tiene miedo con toda razón, a cambio, prácticamente se hace su esclava. Nosotros los ciudadanos corrientes, estamos aterrorizados en la casa por cárcel, y a cambio de la protección que nos dan los inteligentes y nobles gobernantes, el convulsionado Ministerio de Seguridad y el del Ambiente, tenemos que quedarnos “calladito más bonito”. Mejor no nos organicemos, permitamos tranquilos que se pierda toda el agua para morirnos de sed y así solucionar el problema de la crisis alimentaria y de paso el de la inseguridad: todos muertos de sed o suicidados, es así de elemental. Así que, ¡aleluya! no tenemos que preocuparnos por la comida, no tendremos tiempo para morirnos de hambre.

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